domingo, 2 de diciembre de 2007

Paradojas

Siempre lo he dicho: los extremos, independientemente del color en el que se camuflen, acaban tocándose. En ese sentido, comunistas exacerbados como Fidel Castro o Hugo Chávez están próximos al fascismo. No, no hay demasiada diferencia entre las diversas clases de totalitarimos (recordemos el pacto germano-soviético entre Hitler y Stalin), tal y como nos recuerda el escritor venezolano Ibsen Martínez en "No es de izquierdas, es fascista" (en alusión a Chávez), un artículo de opinión publicado ayer en El País.

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