No salió nunca de su pueblo. No tuvo el sueño de 'conocer mundo'. Pues él era dueño de un mundo (¡y de qué mundo!).
El escritor vive por obligación. No creo que haya vivido más un cazador de leones que un señor que no ha salido de su habitación. No ha vivido más Hemingway que Pessoa o Proust. Ni Bruce Chatwin que cualquier poeta que no ha salido de su ciudad. Creo que lo que se vive es una interiorización de la experiencia propia. Se puede hacer a través de la aventura, un método maravilloso, o a través del sedentarismo más puro.
La "interiorización de la experiencia propia": ¡ésa es la clave para construir un mundo!
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