Hace ya unos
días que regresé, un tanto entristecido, de Buenos Aires; me consuela saber que
el próximo año volveré (también por motivos literarios) a esa hermosa ciudad en
la que me sentí tan a gusto... Fue una experiencia riquísima conocer la
Argentina y el Uruguay: países con toneladas de cultura y de calidez. La
interacción con maestros de la lírica sudamericana ha ampliado mi perspectiva
artística, sin duda. No menos importante fue, en mi aventura transatlántica, el
aspecto afectivo: como dije recientemente en una entrevista publicada en eldiario asturiano La Nueva España, al reencontrarme con mis familiares de la
provincia de Buenos Aires, me encontré conmigo mismo; ellos me transmitieron
armonía, sosiego, esperanza…
Esta imagen fue tomada desde el balcón del departamento en el que me alojé, durante más de tres semanas, en Buenos Aires.
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