A UNA DAMA JOVEN E ILUSA
¿Qué esperabas?
¿Que frotase tus coloradas
mejillas con hojas
de manzano?
No me ha sorprendido
que te conminase
a beber calimocho
mientras sonaba, de fondo,
un villancico.
¿Qué esperabas que hiciera
ese lerdo al enterarse
de tu fascinación
por el realismo mágico?
***
A UNA HERMOSA QUINCEAÑERA
Acércate, silenciosa.
¿Por qué cierras
cada noche la puerta
de tu cuarto?
Nada haría
más grave que recostar
mi cabeza sobre tus muslos:
y decirte quedamente:
“Ésta es la ocupación
más alta que puede
alcanzar un hombre”.
(Estos poemas míos se publicaron en el semanario ribadense La Comarca del Eo, 17/03/2012)
No hay comentarios:
Publicar un comentario