Estoy escribiendo, al amor del fuego, una crítica sobre Rimas (1951), celebrado poemario de Luis Rosales. El poema que abre el libro, "Autobiografía", es, probablemente, el más memorable de toda la producción de Rosales. Bien merece ser reproducido en su totalidad:
AUTOBIOGRAFÍA
Como el náufrago metódico que contase las olas que faltan para morir;
y las contase, y las volviese a contar, para evitar errores,
hasta la última,
hasta aquella que tiene la estatura de un niño y le cubre la frente,
así he vivido yo con una vaga prudencia de caballo de cartón en el baño,
sabiendo que jamás me he equivocado en nada,
sino en las cosas que yo más quería.
Luis Rosales, máximo exponente de la poesía arraigada de nuestra posguerra.
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