Nos ha dejado uno de los más grandes actores españoles. Alfredo Landa era un enamorado de su oficio, un observador incansable, una emocionante mirada (que es el sello del gran intérprete cinematográfico)... El versátil Landa nos lega interpretaciones memorables: los 'Cracks' e 'Historia de un beso' (Garci), 'Los santos inocentes' (Camus), 'El bosque animado' (Cuerda), 'Tata mía' (Borau)... Duele pensar lo desaprovechado que estuvo durante tantos años este soberbio actor: hasta finales de los 70, cuando Garci se cruzó en su camino, la industria había reducido a Landa al paradigma aquél del perseguidor de suecas. Un paradigma muy propio de este país, fuente de mediocridad.
Alfredo Landa, en 'Luz de domingo' (José Luis Garci, 2007).
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