Marina, para otros
eres una usuaria
con mil quinientos
contactos.
En cambio, para mí
eres esa niña
vocación de mirar,
esa caricia niña
como el sol del claustro.
Ágil,
esbelta,
mimosa…
Cansada la voz
y sin cansar el gesto.
H. A.
Madrid, enero de 2012
Reproducción del cuadro "Las manos", de Edvard Munch.
No hay comentarios:
Publicar un comentario