Manu Mañero (hombre escéptico, agudo periodista deportivo, apreciado compañero de los años de la carrera) me retrató ayer en una transparente entrada de su bitácora, Mis Cojones 33.
Tras haber leído el emotivo texto, titulado "Contigo, verso y cebolla", revolotearon por mi mente muchos recuerdos felices: confesiones, risas, fiestas, sueños, muchachas, lecturas de poemas, de novelas y de partidos... ¡Qué cerca y, a la vez, qué lejos queda aquel ambiente universitario! Melancolías de la mocedad...
Huelga decir que los elogios de Mañero me sonrojan. Además, este pájaro ha logrado hacerme sonreír bajo las aguas de la melancolía, tarea difícil:
No en pocas ocasiones le vacilé con el asunto de la poesía y el flirteo. Ay, si quisieras, le decía: cada semana estarías con una. Se reía, el cabrón. Y seguía escribiendo, atendiendo entrevistas. Con una normalidad impropia, una transparencia tozuda.
Infinitas gracias, amigo Mañero, por haberme dedicado un texto tan cariñoso.
Manu Mañero.
2 comentarios:
jejejejeje, qué tierno! por parte de los dos
Muchas gracias por la lectura y por el comentario. Es grato saber que, tras la pantalla, se percibe ese cariño. :)
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