Uno pretende, en cierto modo, que sus musas se asemejen a las mejores actrices: a aquellas sensitivas mujeres que, sin descuidar la composición de sus personajes (fantásticos, dramáticos, humorísticos…), inspiran constantemente al creador. En "Camas de hierba", uno, para expresar su hastío, su melancolía infinita, sus salvíficas ensoñaciones, sus soledades, sus relaciones con el sexo opuesto…, se apoyó en la belleza hipnótica de la mirada de Alba. ¡Ay, si hubierais divisado aquella mirada entre desvaída y penetrante! Cuando conversábamos, esta muchacha a veces parecía ausente, pero, en un repente, sus ojos –grandes, fijos, profundos– me exploraban, me increpaban, del mismo modo que un niño, en su deseo de regresar al hogar, adopta el silencio como una reacción, como una súplica… Tengo para mí que algunas noches los ojos de Alba eran como “dos nostálgicas panteras”, parafraseando a Antonio Colinas. ¡Ojalá volvieran tiempos idos!
Bitácora de Héctor Acebo, poeta, periodista cultural y doctor en Periodismo
Bitácora de Héctor Acebo, poeta, periodista cultural y doctor en Periodismo.
-Correo: acebobello@gmail.com
-Instagram: @hectoracebo
martes, 5 de julio de 2011
Otra canción de Morrison para mi musa
Para que la baile la musa de la mirada entre desvaída y penetrante:
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