Ayer, en el diario asturiano La Nueva España (edición de Occidente), se publicó un reportaje mío que escribí con motivo de la reciente visita de Claudio Rodríguez Fer y Carmen Blanco (admirables escritores lucenses) a mi Santiso nativo; reproduzco el texto a continuación:
EL EO, CAUDAL DE INSPIRACIÓN
Carmen Blanco y Claudio Rodríguez Fer, junto al Eo a su paso por San Tirso.
El Eo, desde su nacimiento hasta su
desembocadura, es un caudal de inspiración para el matrimonio formado por los escritores
lucenses Claudio Rodríguez Fer y Carmen Blanco. El germen de la ribereña pasión
compartida está en unas mitificadas vivencias de Blanco: “Yo veraneé desde niña
en A Mariña, para mí un especial ‘país de las maravillas’, como lo recreo en Vermella con lobos y en Atracción total. Cuando vi por primera vez estos lugares de abierta frontera gallego-asturiana,
me enamoré de ellos para siempre”.
Blanco contagió la pasión por estas tierras a Rodríguez Fer cuando, en los setenta, iniciaron su relación sentimental, fruto de la cual nació la única hija de ambos, llamada significativamente Mariña. El literato lucense terminaría salpicando su lírica de cariñosas referencias a Ribadeo; verbigracia: “Eróticas / como os arcos / da Praia das Catedrais”.
Rodríguez Fer y Blanco (que son
profesores en la Universidad de Santiago y promotores de la “Asociación para a
Dignificación das Vítimas do Fascismo”) conocían todos los concejos que riega
el Eo, salvo San Tirso, donde recientemente pasaron una placentera tarde. De ese
descubrimiento, el matrimonio destacó el paseo fluvial o la paz que exudan “los
magníficos paisajes”. Esa paz, subrayó Blanco, “invita a volver” al municipio.
Además del evidente reclamo de la pesca,
Rodríguez Fer considera que San Tirso “puede ofrecer muchas especialidades
derivadas de sus interesantes contrastes: valle y montaña, río y ría próxima,
lengua gallega y comunidad asturiana, prehistóricos castros e histórico
ferrocarril…”.
Blanco y Rodríguez Fer sólo echaron de
menos ver algún reconocimiento al exalcalde local Clemente Amago, víctima de la
represión franquista. Amago desapareció en 1936, cuando era regidor de San
Tirso por el PSOE. Su cadáver continúa en paradero desconocido.
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