Bitácora de Héctor Acebo, poeta, periodista cultural y doctor en Periodismo

Bitácora de Héctor Acebo, poeta, periodista cultural y doctor en Periodismo.
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miércoles, 29 de septiembre de 2010

La tozuda realidad

Ni los ministerios, ni las declaraciones de intenciones, pueden con la tozuda realidad. No deja de ser chocante esa defensa de los derechos civiles, encomiable sin duda, frente a la restricción de los derechos sociales de quienes no tienen la culpa de la crisis económica. Muchos se quejan de la inseguridad laboral, ahondada por una injusta reforma, pero aún es más duro pensar en la falta de oportunidades de futuro para los jóvenes, las generaciones más formadas, cuyo poder adquisitivo se ve cada vez más deteriorado.

(JAVIER RIVERA, El Progreso, 25/9/2010)

martes, 28 de septiembre de 2010

domingo, 26 de septiembre de 2010

Fleetwood Mac

Me gustan las armonías vocales de Fleetwood Mac. Qué distintas eran las voces de los tres cantantes y qué bien se complementaban. Stevie Nicks era áspera y rebelde, sonaba cascada y sensual. La elegante Christine McVie cantaba como un hombre en frágil falsete, pero su dicción no resultaba forzada. Y Lindsey Buckingham aportaba, con su timbre agudo y elástico, el punto más colorido, experimental e inocente. Comprueben el resultado en el estribillo de esta canción de McVie:



Así sonaba la voz de Nicks:



Ésta es la nerviosa voz de Buckingham, quien aportó al grupo un sólido sonido de guitarra y pulió muchas de las piezas de McVie y Nicks, trabajando las voces hasta lograr ligar a dos mentalidades tan distintas como las de esas dos solistas:



La gente estaba acostumbrada a un Buckingham convencional (a un artesano del pop, como suele decirse), y cuando el bueno de Lindsey irrumpió con esta canción, "Tusk", y con el disco homónimo (en el que puso tanto empeño), algunos sólo vieron atrevimiento. Tengo para mí que aquí sigue habiendo sentido de la melodía (el inicio de la canción, cantada a dos voces, marca de la casa) y, al mismo tiempo, fuerza y renovación.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Periodistas

No es lo mismo un licenciado en Periodismo que un periodista: no es lo mismo empollar cuatro definiciones ridículas que profundizar en los hechos. Admiro a algunos PERIODISTAS estupendos que no poseen el título o que han estudiado otra carrera. Este oficio rara vez se aprende en la Facultad.

martes, 21 de septiembre de 2010

Escuela de mujeres

Era la fiesta de disfraces de 1994.
Ibas vestida de gato; y yo, de pirata.
Tengo que sacarme —dijiste— los leotardos:
me debe de haber picado una araña
o algún bicho.

Yo me quedé mirándote
—admirándote— en silencio
durante el tiempo
que tardaste en pasar la ropa
de la cama a la silla.
Para curarte, extendí
—a la manera de un albéitar—
polvos de regaliz
sobre tu colorada rodilla.
Y me vi envuelto en un montaje
de tramas, artimañas, azares,
placeres, curvas, secretos…
Sí, me vi envuelto —sin quererlo—
en una escuela de mujeres,
mientras tú sonreías.

(La Huella Digital, 21/09/2010)

sábado, 18 de septiembre de 2010

28.- "El día de la mujer mundial" (Andrés Calamaro)



"No entendí si ibas a ser / libre o esclava. / No entendí si fui tu dueño / o un borracho que pasaba. / Soy grande, pero tengo / algo que aprender".

viernes, 17 de septiembre de 2010

Robar el fuego

No me canso de releer este pequeño poema en prosa de Andrade:

No me gustaría insistir, pero la belleza de los jóvenes que se aman es melancólica. No saben todavía que el deseo de muerte es el más perverso, que sólo una cosa los tornaría puros: robar el fuego e incendiar la ciudad.

EUGÉNIO DE ANDRADE, Vertientes de la mirada y otros poemas en prosa

jueves, 2 de septiembre de 2010

Esta tierra con luz es cielo mío


Los cuatro primeros versos de este desgarrador soneto de Blas de Otero introducirán mi primer poemario, Camas de hierba (Ediciones Vitruvio), que publicaré a comienzos de 2011:

Cuerpo tuyo
BLAS DE OTERO

Esa tierra con luz es cielo mío.
Alba de Dios, estremecidamente
subirá por mi sangre. Y un relente
de llama, me dará tu escalofrío.

Puente de dos columnas, y yo río.
Tú, río derrumbado, y yo su puente
abrazando, cercando su corriente
de luz, de amor, de sangre en desvarío.

Ahora, brisa en la brisa. Seda suave.
Ahora, puerta plegada, frágil llave.
Muro de luz. Leve, sellado, ileso.

Luego, fronda de Dios y sima mía.
Ahora. Luego. Por tanto. Sí, por eso
deseada y sin sombra todavía.

¿Qué os sugiere este poema (o, mejor dicho, este muro de luz)? A mí me duele, me inquieta y me excita tanto como esta pieza del aeropuerto de Brian Eno: