Bitácora de Héctor Acebo, poeta, periodista cultural y doctor en Periodismo

Bitácora de Héctor Acebo, poeta, periodista cultural y doctor en Periodismo.
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domingo, 30 de septiembre de 2007

Donde se coloca una urna

PEDRO DE SILVA
Donde existe un conflicto político insoluble, coloca una urna". Éste es un lema que ningún verdadero demócrata puede olvidar. El separatismo -y la escisión social entre separatistas y unionistas- es un conflicto de ese tipo, por lo que antes o después habrá que preguntar a los vascos qué es lo que quieren hacer con el cuerpo. El único problema es la existencia de una apreciable franja social (no sólo un grupo de activistas) energúmena y violenta, que utiliza como arma política básica el terrorismo y que no comulga con los principios propios de una sociedad democrática. Un día habrá un Gobierno en España que diga con claridad: "Primero, dejen las armas, renuncien a la violencia, disuélvanse y cambien la actitud; cuando todo eso haya quedado muy claro, y el miedo haya desaparecido, habrá un referéndum, de acuerdo con los modelos internacionales conocidos".

Kafkiano

JUAN JOSÉ MILLÁS

La Nueva España - 30/09/2007

En la mesa de al lado, un chico le contaba a una chica que el profesor de literatura les había mandado leer una novela "completamente kafkiana" cuyo autor no recordaba, pero cuyo título era La metamorfosis. A instancias de la chica, añadía que trataba de un tipo que una mañana se despertaba convertido en un insecto.

-¿Qué clase de insecto? -preguntaba la joven.
-No queda claro -respondía él-. Una especie de escarabajo enorme.
-¿Y qué más?
-Pues nada, que la primera preocupación del protagonista no es que se haya convertido en un bicho, sino que va a llegar tarde al trabajo.
Durante los minutos siguientes, el joven continuó desgranado el argumento de la novela con una prolijidad curiosa en alguien que, según decía, la había leído por obligación. Contaba, por ejemplo, con mucho detalle el momento en el que Gregor Samsa intentaba hablar y apenas le salía de la garganta un tenue silbido. También se recreaba en el episodio en el que la hermana retira los muebles de la habitación para que el insecto se mueva a su gusto, y en la parte del relato en el que Samsa descubre su capacidad para trepar por las paredes y permanecer en el techo boca abajo. La chica le escuchaba fascinada. Yo también. Aunque he leído esa novela decenas de veces, me parecía que en la voz de aquel adolescente cobraba un significado especial, como si la relatara el mismísimo insecto. Era evidente que el joven se había identificado de manera masiva con el personaje de Kafka. Y tenía razones para ello, pues no había más que fijarse en la longitud de sus brazos y en los granos de su cara para darse cuenta de que también él estaba sufriendo una mutación escandalosa.
-Y ahora viene lo mejor -dijo enfilando el final de la historia-. Tras la muerte del insecto, que la familia recibe como una liberación, el padre, la madre y la hermana salen a la calle y toman el tranvía. Hace un día de sol maravilloso.
-¿Y qué pasa? -urgió la chica.
-Pues lo que pasa es que los padres se dan cuenta de que durante toda esa época que han vivido obsesionados con el problema de su hijo, a su hija le han crecido los pechos.
La chica, en un movimiento instintivo, se cubrió los suyos, también muy recientes, de la mirada del chico, que no había podido evitar mirarlos.
-Le han crecido los pechos ¿Y qué? -insistió la joven.
-Y nada, la novela termina ahí. Salen de paseo y descubren que la hija tiene tetas.
-Pues vaya final.
-Es lo que yo me dije, que vaya final.
En esto me di cuenta de que el camarero, que había estado escuchando la historia con disimulo, quedaba también decepcionado con la conclusión. No podría decir si se trataba de una decepción buena o mala, aunque quizá fuera buena porque parecía profunda. Cuando el final de una novela o de una película nos produce perplejidad, podemos apostar a que era el adecuado. Los jóvenes, por su parte, habían caído en un silencio un poco estremecedor que yo procuraba aliviar haciendo ruido con la taza del café y carraspeando de una forma un poco exagerada. Para decirlo todo, me daba un poco de miedo la atmósfera que se acababa de crear en aquel rincón del universo adonde había ido a caer por casualidad aquella tarde. Parecíamos un grupo de personas atrapadas en una tela de araña cuyos hilos estaban formados por el argumento de la novela de Kafka.Finalmente la chica preguntó si la novela le había gustado o no.
-Pues al principio -respondió el chico con extrañeza- creía que no, me parecía un disparate Pero ahora, al contártela, me he dado cuenta de que sí. Pero no sé por qué.
-Porque no estás bien de la cabeza -dijo la chica intentando aliviar la gravedad de la situación.
El adolescente concedió que sería por eso, porque no estaba bien de la cabeza, y añadió que tenía que marcharse. Le seguí y se metió en el metro, donde comenzó a leer desde la primera página el libro de Kafka en una edición de bolsillo que llevaba en la mochila. Leía con una concentración asombrosa. Por mi parte, cuando llegué a casa, busqué la novela, me metí en la cama y me dispuse a devorarla una vez más. Me supo como la primera vez.

sábado, 29 de septiembre de 2007

Las palabras


SUSANA FORTES


El País - 27/09/2007


El vocabulario encierra un código secreto en el que caben todas las probabilidades del misterio. Por eso no hay que extrañarse de que un poema pueda escribirse con las mismas palabras que un informe del Fondo Monetario Internacional. También las paredes de los faros están levantadas con piedras de la misma cantera que las cárceles y nadie se sorprende por ello.

Hay vocablos duros con aristas de mármol que sólo sirven para cuadrar un balance, pero hay otros tan cálidos que una desearía quedarse a vivir en ellos para siempre, como acurrucar, que suena a ovillo de lana y a mañana de domingo con desayuno en la cama. La vida se salva gracias a esas palabras pronunciadas cuando una va descalza por el pasillo con una bandeja, porque es ese vocabulario personal el que nos permite habitar el mundo a nuestra manera. Julio Cortázar llamaba glíglico a un idioma inventado que le servía para conversar con la Maga mientras caminaban por aquel París de Rayuela de cielo gris y puentes de plata. En Léxico familiar la escritora Natalia Ginzburg cuenta la historia de la Italia antifascista, en un lenguaje de andar por casa, cosido de bromas y voces que hilan el diario íntimo de una familia y que sólo puede ser entendido con toda su ironía en ese ámbito donde las palabras se ajustan al cuerpo como unos viejos vaqueros moldeados por muchos lavados. En mi casa, por ejemplo, cada vez que alguien va a meter la pata, se dice: cuidado con el manubrio, desde que un crítico literario me condenó al infierno por emplear mal ese término gallego en una novela. A Josep Pla le gustaba la palabra cafarnaún, que aunque no viene en el diccionario, encierra una sorna de mucho calado y puede servir tanto para describir el caos que vivió Barcelona con las tinieblas de Endesa como para contar el último capítulo de sus averías ferroviarias o el incendio del Vall d'Hebron. Hay gente que empieza a hablar de sabotaje, pero son personas que han visto demasiado cine negro.
El léxico tiene más que ver con las novelas de espías. Es una clave secreta, como el lenguaje de los faros, lleno de destellos con los que a veces intentamos explicarnos la vida, buena parte de la cual es, en verdad, inexplicable.
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Imagen: H. A. B.

viernes, 28 de septiembre de 2007

Increíble

Después de haber leído uno de los escritos ("Ni tanto ni tan poco") publicados por el articulista de La Nueva España Javier Neira, en su blog, me quedo asombrado...

Señor Neira: ¿le resulta "menguada" la imagen de haber participado, en contra de la opinión del pueblo (nada más y nada menos que un 90%) , en una masacre de millones de muertos?


La postura era lo de menos, lo importante es que subrayaba una confianza,
una camaradería (...)

O sea, que las muertes son lo de menos... Supongo que el señor Neira se referirá a la masacre en la que se intervino sin el visto bueno de la ONU...

Y encima mentiras. Todos estos años diciendo que habían intervenido gracias a la resolución de Naciones Unidas. Y hace unos días, cuando a Rajoy no le quedó más remedio que admitir, tras conocer las actas de Aznar, la verdadera realidad, que venía advirtiendo el PSOE tiempo atrás, muchos "neos" decían: "tiene que ser una equivocación de Rajoy, supongo que se referirá a que hacía falta 'una segunda' resolución..."

Increíble. Si se justifican matanzas, ¿qué será lo próximo? Menos mal que nos queda la memoria, el método más eficaz a la hora de impedir que se vuelvan a repetir semejantes errores.

La Historia los juzgará.

A mi abuelo



Paco de Robaín, de San Tirso de Abres, representa la última estirpe de los antiguos curanderos de ganado

Paco de Robaín.

Robaín (San Tirso de Abres),
Héctor ACEBO BELLO

«Hemos de chamar o albeite pra que vexa o burro, qu'anda mal dunha pata». Esta frase, hoy en desuso, podría haberse atribuido hasta hace un par de décadas a cualquier campesino de la comarca Oscos-Eo. Los «albeites» (albéitar) eran experimentados vecinos que curaban las enfermedades del ganado sin poseer el título de veterinario.

Francisco Bello Castaño, más conocido como «Paco de Robaín» en la comarca, es un vecino santirseño de 77 años que representa a la perfección la última estirpe de estos peculiares curanderos. «Lo del albeite, más que un trabajo, se trataba de una vocación», subraya. Y es que la mayor parte de las veces estos curanderos palpaban a las cabras, al asno o las vacas de sus amigos sin cobrar nada a cambio, pues compaginaban el arte de curar con la agricultura y la ganadería.

«Cuando la vaca tenía mamitis, se cocía una hierba llamada cicuta; después se extendía el jugo sobre la ubre inflamada y la hinchazón desaparecía». Tan hábil con las manos como con la palabra, Paco se refiere a las enseñanzas que, en la adolescencia, le transmitió su abuelo, otro albeite experto en el «entalizado». Este proceso consiste en «estirar el hueso dañado hasta ponerlo en su sitio, para que esté a la misma altura del hueso de la otra extremidad». El siguiente paso sería embutir, mediante un par de talizas (tablas), la extremidad herida y envuelta previamente con una venda. «Las talizas son idóneas para que circule bien la sangre», porque «si no, el brazo quedaría con poca fuerza y habría que hacer mucha rehabilitación». Según el albeite santirseño, el hueso, después 30 o 40 días «entalizado», salía «perfecto».


Francisco Bello Castaño, el albeite de Robaín.

A pesar de que los albeites se relacionan con el ganado, ocasionalmente estos curanderos trataban, también mediante el «entalizado», los esguinces o las roturas de las personas porque «el trabajo de arreglar un hueso es igual para un hombre que para un animal». Paco, sin embargo, está muy lejos de ser aquel curandero agreste que huía de los matasanos. «Me hubiese gustado ser traumatólogo porque desde niño he sentido pasión por los huesos». Pero, como les sucedió a tantos otros hijos de la guerra, «en aquellos tiempos no había posibilidades para estudiar».

Entre todas sus proezas, el albeite santirseño recuerda con especial satisfacción el tratamiento que ideó hace tres décadas para un asno con el cuello roto, desahuciado por el veterinario de cabecera. El dueño decidió entonces recurrir a la habilidad de Paco de Robaín. «Para que no se moviese, le extendí una tabla que iba desde el trasero a la cabeza. Y con dos tablones que le incrusté a cada lado del cuello, el hueso se le fue soldando». Según cuentan los vecinos, el veterinario local quedó asombrado al comprobar que un mes más tarde el animal ya estaba curado.

Francisco Bello Castaño, con su asno, en su caserío de Robaín.


La entrada en la década de los sesenta marcaría el inicio del languidecer de estos curanderos, ya que, con la apertura de la Universidad a todas las clases sociales, fueron poco a poco sustituidos por jóvenes veterinarios que «tenían el título y más conocimientos», aunque «menos experiencia». Pero hay días, como hoy, en los que el can de caza sigue comunicándose con Paco cuando alguna vaca sufre dolores en la zona abdominal. Y entonces, al escuchar los ladridos, el albeite acude en ayuda del rumiante y, si es necesario, no duda en subir al monte en busca de unas raíces de «escorzonela», que también ofrece, en infusión, a cualquier vecino «que ande mal de vientre». Y es que las arrugas de sus manos parecen absorber todas las heridas.

San Tirso de Abres, 28 de septiembre de 2007. Por muy increíble que parezca, todavía se pueden escuchar los infalibles remedios de aquellos curanderos que nos enseñaron a entender el lenguaje de los animales y que hicieron suyo el verso del Nobel irlandés W. B. Yeats: «no hay escuela de canto, sino el estudio de aquellos monumentos de su propio esplendor».
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Texto e imágenes: H. A. B. (La Nueva España, 28/09/07)

jueves, 27 de septiembre de 2007

Erotización (II)


ÁNGEL GONZÁLEZ

A veces


Escribir un poema se parece a un orgasmo:
mancha la tinta tanto como el semen,
empreña también más en ocasiones.
Tardes hay, sin embargo,
en las que manoseo las palabras,
muerdo sus senos y sus piernas ágiles,
les levanto las faldas con mis dedos,
las miro desde abajo,
les hago lo de siempre
y, pese a todo, ved:
¡no pasa nada!
Lo expresaba muy bien Cesar Vallejo:
"Lo digo y no me corro".
Pero él disimulaba.
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Imagen: G. KLIMT: Water serpents

miércoles, 26 de septiembre de 2007

"In memoriam"

Villanueva de Oscos homenajeó a Firme de Batribán

El “gaiteiro” y mallador, ya fallecido, fue uno de los portadores más importantes de la tradición cultural de la comarca Oscos-Eo.

Villanueva de Oscos,
Héctor ACEBO BELLO

El Ayuntamiento de Villanueva de Oscos, en colaboración con la Federación de Asociaciones Navia-Eo, tributó el pasado sábado día 22, en Villanueva, un homenaje póstumo a Fermín Díaz Prieto, “Firme de Batribán”, uno de los portadores más importantes de la tradición cultural de la comarca.

El acto, en el que participaron José Antonio González Braña (alcalde de Villanueva de Oscos), David González Iglesias (presidente de la Federación de Asociaciones Navia-Eo) y Roberto Menéndez del Campo (jefe del servicio de enseñanzas artísticas de la Consejería de Educación) para homenajear al “gaiteiro” y mallador Firme de Batribán, comenzó a las 5 de la tarde en el cementerio de Xestoso. Allí la nieta recitó unos versos del poeta taramundés Antolín Santos Mediante con el fin de ensalzar la figura del “gaiteiro”. Justo después, en el mismo escenario, se dio paso a una ofrenda floral. Una hora más tarde, otro familiar descubrió la placa conmemorativa a Firme de Batribán en la plaza de Villanueva, dando paso a un concierto en su honor en el que intervinieron varios compañeros “gaiteiros”.

Roberto Menéndez del Campo se refirió a Firme de Batribán como “uno de los pilares fundamentales de la cultura tradicional”. Por su parte, David González Iglesias resaltó el “carácter afable” del mallador y “gaiteiro” y su “habitual predisposición” para transmitir sus conocimientos. José Antonio González Braña dio las gracias a las asociaciones culturales presentes, a la Federación de Asociaciones y a Roberto Menéndez del Campo “por su presencia”.

Referente

Firme de Batribán, fallecido el pasado siete de mayo, fue, desde el tardofranquismo, uno de los referentes de la cultura del noreste peninsular, contribuyendo de forma notable a la preservación de la gaita tradicional y a la recuperación de la malla. Sobre todo a la hora de escenificar la malla con malle (el método de mallar -separar el grano de la paja en la cosecha del trigo- más antiguo) muchas instituciones y colectivos culturales asturianas y gallegas requirieron la experiencia de Batribán en la última década. También es conocida su labor como transmisor de romances, cantares y coplas que han servido a investigadores y a filólogos para analizar los rasgos culturales de la comarca Oscos-Eo.

Ángel Prieto, presidente de la Asociación San Tirso del Eo, recuerda a Firme, quien les ayudó, entre otras cosas, a recuperar la malla del trigo con malle, como “un hombre desinteresado y siempre dispuesto a ayudar y a transmitir el legado cultural que adquirió de sus antepasados”. “Estoy seguro de que su aportación al estudio de la cultura tradicional de la comarca no pasará inadvertido a los antropólogos e investigadores”, añadió Prieto.

lunes, 24 de septiembre de 2007

Borgiano


JORGE LUIS BORGES

Elogio del libro

ABC - 17/07/1988


Hay quienes no pueden imaginar un mundo sin pájaros; hay quienes no pueden imaginar un mundo sin agua; en lo que a mí se refiere, soy incapaz de imaginar un mundo sin libros. A lo largo de la historia el hombre ha soñado y forjado un sinfín de instrumentos. Ha creado la llave, una barrita de metal que permite que alguien penetre en un vasto palacio. Ha creado la espada y el arado, prolongaciones del brazo del hombre que los usa. Ha creado el libro, que es una extensión secular de su imaginación y de su memoria.

A partir de los Vedas y de las Biblias, hemos acogido la noción de libros sagrados. En cierto modo, todo libro lo es. En las páginas iniciales del Quijote, Cervantes dejó escrito que solía recoger cualquier pedazo de papel impreso que encontraba en la calle. Cualquier papel que encierra una palabra es el mensaje que un espíritu humano manda a otro espíritu. Ahora, como siempre, el inestable y precioso mundo puede perderse. Sólo pueden salvarlo los libros, que son la mejor memoria de nuestra especie.

Hugo escribió que toda biblioteca es un acto de fe; Emerson, que es un gabinete donde se guardan los mejores pensamientos de los mejores; Carlyle, que la mejor Universidad de nuestra época la forma una serie de libros. Al sajón y al escandinavo les maravillaron tanto las letras que les dieron el nombre de “runas”, es decir, de misterios, de cuchicheos.

Pese a mis reiterados viajes, soy un modesto Alonso Quijano que no se ha atrevido a ser Don Quijote y que sigue tejiendo y destejiendo las mismas fábulas antiguas. No sé si hay otra vida; si hay otra, deseo que me esperen en su recinto los libros que he leído bajo la luna con las mismas cubiertas y las mismas ilustraciones, quizá con las mismas erratas, y los que me depara aún el futuro.
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Imagen: R. MAGRITTE, Clarividencia

sábado, 22 de septiembre de 2007

Imperialismo

Cada lenguaje es autosuficiente, cerrado sobre sí mismo e intraductible. "Algunos pensamientos no pueden traducirse en cualquier lenguaje", escribió la poetisa rusa Marina Tsvietáieva. Es decir, no hay significados independientes del idioma en que se expresan. La pretensión occidental de alcanzar una verdad universal era eso, una pretensión occidental y etnocéntrica. Un tipo más de imperialismo también, como dice Feyeraband.

(JOSÉ ANTONIO MARINA, La selva del lenguaje)

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Imagen: SCHIELE, Portrait of Paris von Gutersloh

sábado, 15 de septiembre de 2007

Demencia



ANTONIO MARTÍNEZ SARRIÓN

Riquezas


Unos sostienen sus huertos oreados,
sus panales, sus eras y sus viñas,
mas no conocen las fases del mosto.
Yo no te tengo más que a ti.

Otros tienen sus flotas y arsenales
y capean temporales en la Bolsa
durmiendo entre unos brazos mercenarios.
Yo no te tengo más que a ti.

Los demás tienen prisas y negocios
y tratan de llegar pronto a una cita
para que esta demencia continúe.
Yo no te tengo más que a ti.
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Imagen: H. A. B.

jueves, 13 de septiembre de 2007

Resurrección


El colectivo escenificará en Santa Eufemia la tradición de separar el grano de la paja

Realización de la malla con malle.


San Tirso de Abres,
Héctor ACEBO BELLO

Tras el éxito de la V Festa da malla (tradición típica que consiste en separar el grano de la paja en la cosecha del trigo), que se celebró el mes pasado en San Tirso de Abres, la asociación cultural San Tirso del Eo sigue trabajando por la puesta en valor de la cultura tradicional. En esta línea, llevarán a cabo una representación de la malla con máquina y malles, el próximo sábado, 15 de septiembre, en el Ecomuseo del Pan de Santa Eufemia (Villanueva de Oscos).

El colectivo santirseño ya tenía previsto ofrecer, también en el Ecomuseo del Pan de Villanueva de Oscos, una representación de la malla al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, durante su estancia en Santa Eufemia, pero no se pudo llevar a cabo «por motivos varios», según manifestó Ángel Prieto, presidente de la asociación San Tirso del Eo. «Nuestro objetivo no era otro que hacer llegar al presidente del Gobierno elementos significativos de la comarca Oscos-Eo y de San Tirso de Abres en particular», señaló.

Ángel Prieto se refiere a la visita que hicieron el 30 de agosto a Santa Eufemia, donde fueron recibidos por el secretario particular del jefe de Ejecutivo, a quien entregaron un masoiro (molde de madera de aliso de una sola pieza que se usaba para amasar el pan) y dos pares de chapinos (calcetines obtenidos según el proceso tradicional de transformación de la lana). La asociación San Tirso del Eo lleva varios años desarrollando el plan de preservación y salvaguarda de la cultura tradicional de la comarca Eo-Navia, a fin de «evitar el olvido de grandes valores culturales».

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Texto e imagen: H. A. B. (La Nueva España - 13/09/2007)

Bendición

La imagen ha sido elaborada por el artesano local José María García Bouza


San Tirso de Abres,
Héctor ACEBO BELLO

La asociación cultural «San Tirso del Eo» celebró el pasado día 8, en la parroquia de San Salvador (San Tirso de Abres), el III Día de Asturias con la bendición de una talla en madera de castaño de la Virgen de Covadonga realizada por el artesano local José María García Bouza y cuyo valor supera los 3.000 euros.

La talla de la Virgen de Covadonga que fue bendecida el pasado día 8.

Acompañada por el grupo de gaitas «Xente Nova», de Vegadeo, y portada por el artesano, su esposa, su hermano y Ángel Prieto, presidente del colectivo santirseño, la talla salió del taller de O Piñeiro, en donde reside García Bouza, alrededor de las siete de la tarde. Unos diez minutos más tarde, el párroco, José Luis Rodríguez Fernández, quien esperaba con impaciencia en la iglesia de San Salvador, situada en O Chao (capital del concejo), bendijo la imagen con el agua y las oraciones pertinentes, en un templo abarrotado de público.

Ángel Prieto hizo hincapié en que se trata de «una imagen creada y nacida en el pueblo», en sustitución del cuadro donado por el obispo Rodríguez Vigil. La estimación de la pieza supera los 3.000 euros, pero «todo el pueblo tiene algo que aportar porque dentro de esta talla habita un trozo de sentimiento de cada uno de los vecinos», añadió el presidente del colectivo, quien recordó que se pueden realizar aportaciones en una cuenta abierta en la Caja Rural de San Tirso de Abres. Al término de su intervención, Prieto expresó, en nombre de la asociación cultural «San Tirso del Eo», el «más profundo agradecimiento» a los vecinos.

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Texto e imagen: H. A. B. (La Nueva España - 13/09/2007)

miércoles, 5 de septiembre de 2007

La mejor universidad


La mejor universidad es la biblioteca.
(CARLYLE)



Tino Pertierra publicó hace unos días en su blog un escrito titulado Un libro a cambio de tu libro. En efecto, el autor te regalará un libro a cambio de que tú, hipócrita lector, como hubiera dicho Baudelaire, le cuentes cuál es tu obra preferida. Una apuesta de futuro, de la que deberían aprender, al hilo de lo que escribe el propio Tino, muchos profesores cuyo pasatiempo favorito es fotocopiar o dictar apuntes. Y es que, en palabras de W. B. Yeats, "no hay escuela de canto, sino el estudio de aquellos monumentos de su propio esplendor".

Por mi parte, como nadie se sumergía en la mente del “fingidor” (así definió Pessoa al poeta), hacía un llamamiento para ingresar, durante unos pocos -pero intensos- segundos en el cuerpo de un niño. Un niño, también portugués, llamado Eugénio de Andrade. La antología de sus poemas en prosa, Vertientes de la mirada y otros poemas en prosa (Ed. Júcar) se tiñe del verdor de los campos del Norte para pasar a corroborar la más grande de las definiciones acerca del arte de fingir: “La poesía es la erotización del lenguaje” (Octavio Paz). Gracias a Andrade pienso en el sacrificio de las hormigas, en la vejez de las madres, en la pureza del campo y en la violencia del sexo.

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Imagen: V. VAN GOGH, Noche estrellada