Bitácora de Héctor Acebo, poeta, periodista cultural y doctor en Periodismo

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sábado, 1 de marzo de 2014

La sana ambición de Daniel Lobato

Daniel Lobato, cineasta emergente y crítico baqueteado, apuesta por la financiación colectiva en su nuevo proyecto: el cortometraje Ponte en forma, que cuenta con actores de primer nivel como Arancha Martí o Hovik Keuchkerian.

Alejandro M. Selma y Daniel Lobato
Alejandro M. Selma y Daniel Lobato, director de fotografía y cineasta, respectivamente, de Ponte en forma. 

El auténtico cineasta —sea incipiente o veterano— siempre proyecta las obras germinales en su magín, aunque luego, durante el rodaje, sea permeable a la improvisación que fomentan los actores o los escenarios. Ya lo dijo el maestro Robert Bresson en clave aforística: “Encargado de la puesta en escena, o director. No se trata de dirigir a alguien, sino de dirigirse uno mismo”. Pues bien, Daniel Lobato (Las Palmas, 1987), emergente cortometrajista, director de la revista digital cinematográfica La Noche Americana y exjefe de sección de LA HUELLA DIGITAL, se ajusta a esa definición de cineasta. A ello ha contribuido en buena medida su condición de crítico exigente y flexible.

Tras haber llamado sin fortuna a las puertas de unas productoras poco arriesgadas, Lobato, para sacar a flote su nuevo proyecto, confía en el crowdfunding o financiación colectiva. Ese proyecto es el cortometraje Ponte en forma, un trhiller psicológico con ribetes de terror y de humor negro. Como se indica en el perfil que el filme tiene en la plataforma My Major Company (a través de la cual pueden colaborar económicamente los interesados), “Nos encontramos con una sátira / crítica a una sociedad obsesionada con el culto al cuerpo, esclava del ideal de perfección que marcan los medios de comunicación”.

La actriz Arancha Martí.
La actriz Arancha Martí.

El reparto del corto de Lobato es de primer nivel: en los papeles principales, nos topamos con Arancha Martí (La Gran Familia Española) y con Luis Hacha (Didi Hollywood, Amar en tiempos revueltos…). Además, la obra cuenta con la colaboración de Hovik Keuchkerian, nominado al Goya a mejor actor revelación por Alacrán enamorado.

También el equipo técnico le da a Ponte en forma un marchamo de calidad: el guionista, Javier Chavanel, ha trabajado en la serie El secreto de Puente Viejo; el director de fotografía, Alejandro M. Selma, ha colaborado con cineastas de la talla de Oliver Stone o Juan Antonio Bayona; y Daniel Lobato, por su parte, además de foguearse en diversos cortos, ha cultivado el periodismo en varios medios nacionales.

Lobato comenzó a especializarse en la crítica cinematográfica en sus tiempos de universitario (es licenciado en Periodismo por la Complutense): a finales de 2008 entró como redactor cultural en LA HUELLA DIGITAL; poco después se hizo cargo de nuestra sección de Cine, permaneciendo aquí hasta 2010, cuando fundó La Noche Americana; en esta última revista él y su equipo informan regularmente de los estrenos del celuloide, además de emitir juicios críticos sobre esas novedades y sobre obras clásicas. Son destacables también las entrevistas a fondo que Lobato y sus redactores realizan con frecuencia a directores y a actores, unas veces contrastados, otras veces emergentes; Ron Howard, Eduardo Noriega, Belén Rueda, Kike Maíllo Irene Escolar son algunos de los artistas que han dialogado con Lobato.

Un cinéfilo voraz

En sus críticas, el canario —que también trabaja como grabador en Rentrank Spain (compañía especializada en control de audiencias)— demuestra que es un cinéfilo voraz. No podía ser de otra forma: La Noche Americana, además de hacer referencia a la técnica cinematográfica de simular noche, es un título del genial François Truffaut, quien, como Daniel Lobato, comenzó a ahondar en la gramática del celuloide a través de la crítica. Siguiendo el ejemplo de Truffaut, aunque con menos dosis de lirismo, en sus artículos Lobato no se limita a apuntar virtudes o defectos de los filmes, sino que sugiere alternativas estéticas, tiende puentes narrativos, dialoga con sus maestros (Stanley Kubrick, Roman PolanskiWes Anderson…). 

Con semejantes referentes, con un elenco interpretativo de primer nivel, con un equipo técnico experimentado, la ambición del cineasta ha de ser, lógicamente, considerable, máxime cuando éste ya ha hecho sus pinitos en la dirección. “Tener las miras altas” —confiesa Lobato— “es necesario siempre, sea cual sea el proyecto. Cualquier historia requiere de tanta preparación, de tanto tiempo y de la implicación de tantas personas, que no ambicionar y no exigirse el máximo es traicionarte a ti mismo y es traicionar a quienes han confiado en ti. Al final, lograrás un mejor o peor resultado, pero como mínimo las intenciones y el esfuerzo tienen que quedar patentes”.

Las intenciones cinematográficas de Lobato se resumen en “tener algo que contar; algo que resulte atractivo, original, que despierte interés, que huya del ‘esto ya lo he visto antes’ y que transmita personalidad. Suena pretencioso, lo sé, pero es lo que pienso y es lo que busco en cualquier película”. 

Pinchando aquí, puedes seguir a Ponte en forma en Twitter. Este otro enlace te llevará al perfil público del cortometraje en Facebook. 

(Este reportaje mío se publicó originalmente ayer en La Huella Digital.)

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