Bitácora de Héctor Acebo, poeta, periodista cultural y doctor en Periodismo

Bitácora de Héctor Acebo, poeta, periodista cultural y doctor en Periodismo.
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domingo, 23 de octubre de 2022

VOLVER A BERRIO

En la música, uno más uno no es igual a dos, por eso solo algunos compositores se complementan. Entre Mikel Erentxun y Rafael Berrio fallecido en 2020 sí había mucha química. Al tándem donostiarra le debemos siete chispeantes canciones (‘Tu nombre en los labios’, ‘Rara vez’, ‘Versus rocanrol’, ‘A veces te quiero siempre’, ‘Veneno’, ‘Intacto’ y ‘Sé libre, sé mía’) que fueron grabadas por el exintegrante de Duncan Dhu durante el periodo 1998-2021. En casi todas esas colaboraciones, Erentxun le entregó a Berrio las maquetas con las respectivas melodías, para que este incorporara los versos. El autor de ‘Niño futuro’ (2019) reflexionó de este modo sobre su rol en el trabajo conjunto: “Un letrista tiene que ceñirse a la melodía, y cuanto más se ciña mejor. Y claro, ceñirse a la melodía puede ser complicado, sobre todo si está planteada en términos anglosajones: ahí es muy difícil meter con calzador el español, hay que tener mucho oficio”.

Afirmaba Gaudí que para hacer las cosas bien, son necesarios, por este orden, el amor y la técnica. Pues bien, la dupla vasca se nutría no solo de la amistad, sino también de la admiración mutua. Erentxun siempre ha encomiado la capacidad poética de Berrio, y este consideraba que su socio era un “grandísimo melodista”. Ese sentimiento tan noble, unido a un nivel de exigencia alto, produjo joyas como ‘Intacto’, donde los versos se ajustan magníficamente a la evocadora melodía: “Sigue intacto cuanto amé de ti:/ el ave fénix que te anida,/ el derroche sin medida/ de tu risa, tu perfil,/ el salto mortal de tus manos,/ tus formas de cumbres y llanos,/ cada gesto,/ cada quiebro,/ todo cuanto amé de ti”.

Acaba de salir al mercado, con el sello de Warner, el sugerente álbum ‘La vida que amo’, donde Mikel Erentxun, Diego Vasallo, Quique González, Tulsa o José Ignacio Lapido rinden tributo al maestro Berrio. El disco repasa la obra solista del rockero y su participación en las bandas Deriva y Amor a Traición. ‘La vida que amo’ no contiene ninguna de las fascinantes composiciones del tándem Berrio/Erentxun, pero muchos de los temas versionados (‘Simulacro’, ‘Cómo iba yo a saber’, ‘La misma mujer distinta’, ‘No pienso bajar más al centro’…) certifican la magnitud del malogrado autor, que hoy tendría 58 años.

Cuando no trabajaba a sueldo para otros artistas, Berrio primero escribía las letras; y luego, las melodías: de ese modo, no se sentía constreñido. Ya en el proceso de musicalización, alteraba muchas veces el orden de las palabras, atendiendo a los acentos, hasta dar con la secuencia apropiada. Inconformista, el cantautor donostiarra empleaba métricas complejas para el rock, como los largos versos endecasílabos: así se explica ese fraseo escarpado, tan expresivo, que por momentos recordaba a Bob Dylan, a Rodrigo García (Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán), a Lou Reed, a Georges Brassens e, incluso, a los punks.


Las canciones de Rafael Berrio jamás resultarían creíbles en la voz de un artista complaciente, y no solo por sus hechuras abigarradas, sino también por su actitud de francotirador existencialista. Ávido lector de Baroja, Pessoa, Cioran o Gil de Biedma, el músico vasco denunciaba la alienación y la carencia de valores. Incluso en varios de sus temas amorosos se percibe la decadencia de nuestro tiempo: “Yo, que he sido una crisálida indiferente hasta ayer…/ Yo, que en el fondo he amado siempre la rutina de los días en serie…/ Dime tú, amor mío, cómo iba yo a saber”.

Berrio inauguró su carrera solista, en 2010, con el lanzamiento de ‘1971’, un trabajo de orfebrería fina. Si bien en esta fecunda etapa atrajo a un público fiel, el maestro nunca conoció el éxito masivo; tampoco lo buscó, pero no le faltaba razón en su lamento: “Ser autor de culto solo da para arroz integral y vino corriente”. Sus colegas y la crítica lo veneraban; verbigracia, Sabino Méndez, en El País (19/01/2013), destacó la atmósfera, el misterio y la comunicación tan franca de sus canciones. Incluso el cineasta Jonás Trueba le escribió un papel a medida en su largometraje ‘La reconquista’ (2016). Ellos saben que Berrio era “el hijo ingobernable de la luz del sol”, como cantaba en uno de sus temas.


(Publicado en El Progreso de Lugo, 22/10/2002).

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