Información

A la hora de analizar la prensa escrita (y el periodismo en general) de los últimos quince años, debemos tener en cuenta la innovación que, en el tratamiento de la información, han supuesto las ediciones digitales. Hace tan sólo unos años, si queríamos estar bien informados, teníamos que salir a la calle para comprar en el quiosco de la esquina El País; ahora, en cambio, si consultamos a cualquier hora del día www.elpais.com, nos enteramos de las noticias que están sucediendo en el mundo sin necesidad de esperar al informativo de TVE de las nueve de la noche. Es decir, si antes estábamos informados "en diferido" –entiéndase el símil–, ahora podemos afirmar que, si así lo deseamos, podemos empaparnos de información "en directo", casi en el momento en que suceda la noticia.

En los últimos años, los lectores estamos teniendo la oportunidad de ser partícipes de la información: expresamos nuestras opiniones a través de la edición digital de la prensa escrita, en los apartados correspondientes al debate de artículos de opinión o noticias. Asimismo, amparados por casi todos los periódicos, muchos internautas también comentan en sus propios blogs las noticias de actualidad. Si consideramos la expresión unamuniana: “sólo la cultura da libertad”, vemos, en principio, que aquí se cumple el objetivo de nuestra democracia, es decir, de nuestra libertad. El problema estriba, por una parte, en que la mayoría de periódicos amparan a bloggers afines a su ideología, con lo cual se rompe la cuerda del “libre albedrío” que no debería desatarse al albor de la postmodernidad. Precisamente, es en este término (sinónimo, claro está, de globalización), donde encuentro la mayor dificultad a la hora de saber informarnos: así pues, debemos tener mucho cuidado con la información que se filtra en los blogs, en donde no se diferencia, la mayoría de las veces, una noticia -se confunde, desgraciadamente, con un artículo de opinión-. Ésta es la herencia que nos está dejando la globalización o posmodernidad: la brecha digital que separa a los informados de los no informados, es decir, el acceso a la información.

Quizás el problema de todo esto resida en la precaria educación que recibimos a nivel cívico… De nada sirve empollar la definición de “reportaje” si luego, al leer un blog (y ya no digo una revista) no sabemos valorar lo que estamos leyendo… Como dijo Manuel Rivas, “cuando tienen valor, el periodismo y la literatura sirven para el descubrimiento de la otra verdad, del lado oculto, a partir del hilo de un suceso”. Si el periodismo no cumple este objetivo, de nada sirve poseer más cantidad de información. ¿Hemos evolucionado? La respuesta camina descalza…

HÉCTOR ACEBO BELLO