"Gran Bretaña, que tantísimas clases no-académicas tiene que darnos en materia teatral, distingue con frecuencia a sus grandes actores, les ennoblece, les aplaude en ocasiones solo con que aparezcan sobre las tablas, apaga en señal de duelo las luces de la capital cuando alguno eminente muere, como hizo con Laurence Olivier."
No le falta a razón a Molina Foix: en España apenas reconocemos a nuestros grandes intérpretes. Qué vergüenza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario