Bitácora de Héctor Acebo, poeta, periodista cultural y doctor en Periodismo

Bitácora de Héctor Acebo, poeta, periodista cultural y doctor en Periodismo.
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viernes, 28 de marzo de 2008

La infamia del orden


Es un tiempo vil. Un tiempo muy mediocre.
La tibieza estúpida se ha convertido en Ley
y ha vaciado el entero significado de las palabras.
Las noticias son prédicas de moral pequeñoburguesa
y la televisión emite sólo radiación de vacío…
¡Cuánto odio este tiempo
regido por sacristanes y tópicos
y un hueco infinito e inmenso:
palabras sin voz y voces sin sentido!
Ojalá las naves negras de los africanos
–las naves de los cuchillos rojos–
desolaran este festival de estupidez e inanidad jubilosa…
Ojalá los bárbaros instalaran su orden
ya que nosotros –civilizados– aún no hemos sabido…
¡Ojalá las danzas a la luna nos cubriesen de sueños!
En tanto, bucanero, no sé si quedará
una isla perdida…
Como Orwell, desencantado de todo, en los lluviosos
límites de Escocia…
Como el sabio que estudia el Japón Tokugawa
para irse de este páramo de supermercado y Burgers.
¡Samuráis de blanco y muchachos de lujo!
Lejos. Sólo esa lejanía me apetece. En lugar y mente. Muy lejos.
Quiero la lucidez de la ira
y la tranquilidad del desprecio.
Amigo Hill Borroughs… Éste no es nuestro mundo.
Que follen a los USA y a sus cien mil lacayos.
Al Papa y a los otros.
Que la lluvia de acero y la sierpe de los ofitas
destruya a los catequistas, hombres y mujeres.
Lejos mientras tanto. Lejos. Sin nadie en la derrota.
¿Qué diría Voltaire ahora mismo?
Esta época que se autollama instruida,
bucanero, nada dice, y tampoco es silencio.
Esta época tonta
es blanco en lo blanco
y las beatas gobiernan la pólvora…
Lejos. Las flores del jardín de Wang Wei o de Buson…
Los negros que se acercan con lanzas bellas
en las naves rojas…
Mejor no ver ni oír ni sentir.
Infame tiempo éste.
La vida es un retal cortado a pedacitos
y sólo queda la Belleza que no entienden.
Y el desprecio, el cortante, el ágil, el feroz desprecio…
En ese tiempo tibio y mendaz
(sin política ni pensamiento, sólo autocomplaciente esclavitud)
el tiempo más cobarde de la Historia.
¿Quién dirá: alégrate, porque acabó el desierto?
¿Quién, buen amigo, volverá esta página espantosa?

(LUIS ANTONIO DE VILLENA, Los gatos príncipes, 2005)
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Imagen: E. MUNCH, Evening on Carl Johan

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