En una situación tan triste como la que estamos viviendo, debemos confiar más que nunca en el poder de la paz y la palabra, tal y como nos demostró un ejemplar defensor de la libertad, Blas de Otero:
Porque sabemos que la violencia no logrará desintegrar jamás nuestro país, pido la paz y la palabra. Pido, también, la condena de los terroristas. Demostremos dentro de dos días que estamos por encima de la violencia. Apuesto por el voto masivo para acabar de una vez por todas con las cucarachas de ETA. Si querían paralizar las elecciones, están muy equivocados.
Mi pésame, desde este humilde página, a la familia de Isaías Carrasco, antiguo edil del PSE en Mondragón.
Escribo
en defensa del reino
del hombre y su justicia. Pido
la paz
y la palabra. He dicho
«silencio»,
«sombra»,
«vacío»,
etcétera.
Digo «del hombre y su justicia»,
«océano pacífico»,
lo que me dejan.
Pido
la paz y la palabra.
Porque sabemos que la violencia no logrará desintegrar jamás nuestro país, pido la paz y la palabra. Pido, también, la condena de los terroristas. Demostremos dentro de dos días que estamos por encima de la violencia. Apuesto por el voto masivo para acabar de una vez por todas con las cucarachas de ETA. Si querían paralizar las elecciones, están muy equivocados.
Mi pésame, desde este humilde página, a la familia de Isaías Carrasco, antiguo edil del PSE en Mondragón.
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