Bitácora de Héctor Acebo, poeta, periodista cultural y doctor en Periodismo

Bitácora de Héctor Acebo, poeta, periodista cultural y doctor en Periodismo.
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jueves, 14 de mayo de 2009

De nieve, huracán y abismos



Guitarras desnudas y limpias como vientres. Metáforas que asocian la ciencia con los precipicios. Soledades que ayudan a conocerse, a ser fiel con uno mismo. ¿Era Antonio Vega un cantautor, como se viene diciendo póstumamente, al uso? Si bien es cierto que componía melodías intimistas, nunca ocultó el madrileño su gusto por el pop-rock americano más elegante y vocal (Jackson Browne, Eagles, Byrds...). En ese sentido, estaría muchísimo mucho más emparentado con otro buque insignia de la «movida», su querido Enrique Urquijo, que con los cansinos acordes de Tontxu o Ismael Serrano. No obstante, acaso en su primer disco en solitario ( «No me iré mañana», 1991) sea más llamativa la confluencia entre las melodías pegadizas heredadas de «Nacha Pop» («Háblame a los ojos» o «Esperando nada») y el aludido intimismo («Se dejaba llevar por ti», «Tesoros»...).

Tras haber publicado un recopilatorio (supongo que sufragó su delicada salud con las excesivas colaboraciones y los «remakes»), Vega reclama en 1994 al ex Roxy Music Phil Manzaneda para producir «Océano de sol». El resultado, un tanto frío (tal vez fuera la frialdad -no el hermetismo- su principal defecto), no convencería al propio cantante, despojándose de cualquier intento de sobreproducción en el acústico «Anatomía de una ola» (1998). Tres años más tarde publicaría la que para mí es su obra cumbre, «De un lugar perdido», en donde expone como nadie la inmensa fragilidad de las vidas cotidianas. ¿A cuántas «Estaciones» misteriosas y disonantes dio voz el lánguido Vega? ¡A esto se le llama, como poco, reinventar los tópicos! O, mejor, recrearse.

Por HÉCTOR ACEBO (La Nueva España, 15/05/09)

6 comentarios:

bedel dijo...

Muy bonito. 'Lucha de gigantes' molaba. Por cierto, este próximo finde voy a Barcelona, a ver el Barça-Osasuna (en realidad a mi, madridista confeso, me interesa más ver la ciudad, pero ya de paso...). ¿Quieres que le diga algo a Cruyff, Guardiola o Xavi si me los encuentro por ahí?

Héctor Acebo dijo...

1) Gracias.
2) ...¡Y a Amor! ¡Y a Sergi! ¡Y a De la Peña! ¡Y a Iniesta!

bedel dijo...

y a Bakero!!! Que es el ídolo de Julián!!!

Héctor Acebo dijo...

Claro, claro, al gran "capi" del "Dream Team".

Anónimo dijo...

La versión de 'Una décima de segundo' en el directo 80-88 siempre fue una de mis canciones de la vida. Después de tantos años y tanta música ya no me parece, musicalmente hablando, lo mismo que en aquellos tiempos, pero había ahí una sensibilidad que aún me cuesta asimilar del todo.

Terrible al día siguiente de la noticia, ya anunciaban en la caja tonta el recopilatorio antológico. ¿Cuánto tiempo llevaría preparado?. Y todo el artisteo rancio ese tan nuestro echando lágrimas de cocodrilo. Aunque ciertamente Antonio llevaba bastantes años viviendo también de ese mundo, el pobre, era lo que le quedaba. En fin. Otro menos.

Héctor Acebo dijo...

Yo creo que en el pop español composiciones como "Una décima de segundo" marcaron un antes y un después. Se descubrió una nueva forma de escribir imaginando. La asociación de la ciencia con el sentimiento creo que no se había hecho hasta entonces en nuestra música. Es el gran tema de Nacha Pop, creo. Maduro y magnético.

Las cajas recopilatorias me abren el vómito. ¡Menuda muerte tan orquestada, sí! El pobre Antonio, como comentaba en mi artículo, vivía gracias a las excesivas colaboraciones con artistas que no le merecían. Pero como solista jamás se alió con el triunfo fácil. En todos sus discos hay una sensibilidad extraordinaria.

No le merecían.