La casada infiel
Y que yo me la llevé al río
creyendo que era mozuela,
pero tenía marido.
Fue la noche de Santiago
y casi por compromiso.
Se apagaron los faroles
y se encendieron los grillos.
En las últimas esquinas
toqué sus pechos dormidos,
y se me abrieron de pronto
como ramos de jacintos.
El almidón de su enagua
me sonaba en el oído,
como una pieza de seda
rasgada por diez cuchillos.
Sin luz de plata en sus copas
los árboles han crecido
y un horizonte de perros
ladra muy lejos del río.
*
Pasadas las zarzamoras,
los juncos y los espinos,
bajo su mata de pelo
hice un hoyo sobre el limo.
Yo me quité la corbata.
Ella se quitó el vestido.
Yo el cinturón con revólver.
Ella sus cuatro corpiños.
Ni nardos ni caracolas
tienen el cutis tan fino,
ni los cristales con luna
relumbran con ese brillo.
Sus muslos se me escapaban
como peces sorprendidos,
la mitad llenos de lumbre,
la mitad llenos de frío.
Aquella noche corrí
el mejor de los caminos,
montado en potra de nácar
sin bridas y sin estribos.
No quiero decir, por hombre,
las cosas que ella me dijo.
La luz del entendimiento
me hace ser muy comedido.
Sucia de besos y arena
yo me la llevé del río.
Con el aire se batían
las espadas de los lirios.
Me porté como quién soy.
Como un gitano legítimo.
La regalé un costurero
grande, de raso pajizo,
y no quise enamorarme
porque teniendo marido
me dijo que era mozuela
cuando la llevaba al río.
____
Imagen: CHAGALL, Birthday
2 comentarios:
tío, admito que admiro tu blog. Me parece interesante como mezclas imágenes, con artículos de otros autores y reflexiones de cosecha propia. Sin embargo, también tengo que admitir que me parece algo espeso para un verano de playa y sol, y que aunque he leído gran parte de lo que escribes, hay otros textos que no he logrado superar por culpa de una pereza que el calor y la modorra acentúan. Verano para mi siempre ha sido una especie de enorme agujero negro: no hay modo de escapar de su poder de atracción. Por eso me admira que tu sí lo logres.
Un saludo, te seguiré leyendo.
gatociclopeico (aunque te sonará más Javi, de aquellos días de primero de carrera...)
Gracias por tu comentario, amigo. "En tiempos de ignominia", como decía J. A. Goytisolo, se agradece que algún galdosiano desarraigado haga el esfuerzo de entrar en tu humilde mundo (¡bienvenido!) o, lo que es lo mismo, de leer estas líneas.
Aquellos maravillosos días de primero de carrera...
Procuraré no aburrirte demasiado. Recibe un abrazo desde la ribera del Eo.
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