Bitácora de Héctor Acebo, poeta, periodista cultural y doctor en Periodismo

Bitácora de Héctor Acebo, poeta, periodista cultural y doctor en Periodismo.
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martes, 14 de abril de 2009

Carlos Ann, en su laboratorio de ideas


¿Recuerdan aquel proyecto musical llamado Bushido? Hagamos memoria: Bunbury, Morti (Skizoo), Shuarma y Carlos Ann se reunieron en 2004 para componer y grabar canciones que tal vez no tendrían cabida en sus respectivos discos como solistas o como cantantes de otras bandas. Bushido, en fin, es un experimento. Nada más allá de eso. Yo escuché el disco en su momento (recuerdo que me lo llevé a Madrid en un viaje que hice, cuando era un adolescente resueltamente onírico, en compañía de algunos de mis compañeros de entonces, hoy tan lejanos a mi forma de pensar y de vivir), pero, salvo alguna pieza escogida (“L’amour”, de Ann, que luego también incluiría Bunbury en su Freak show, 2005), nunca sentí la necesidad de rescatarlo…

Cierto es que Carlos Ann a partir de Bushido encontró (él, que venía de la electrónica de vanguardia) una vena arrabalera (tal vez por el influjo de Bunbury, y, por extensión, del maestro Tom Waits: los discos conjuntos, si se aprovechan, son una buena fábrica de ideas futuras) hasta entonces inédita en su obra y, asimismo, forjó los que para mí son sus mejores discos: Leopoldo María Panero, 2005 (en colaboración con Bunbury, el cineasta pornográfico José María Ponce y el gran periodista Bruno Galindo; un acercamiento muy original a los atormentados versos de Panero, en donde se acentúan las variopintas atmósferas musicales de Ann) y Descarado, del mismo año, un pop electrónico atrevido, directo y políticamente incorrecto –¿quién dijo que el pop debe ser blando?–, en donde llegaba a ironizar: “Si los controlamos desde los 20 y los sedamos hasta los 40, no nos darán muchos dolores de cabeza…”. ¿Alguien duda que el sistema –este sistema– nos ha timado? (Absténgase los politicuchos populares: “Quien justifica una guerra es un hijo de perra cabrón”, decía también Ann, ¡qué descaro!).


La misma canción
No es de extrañar, conociendo su trayectoria hiperactiva, que, tras otro par de discos en solitario –La nada, 2007, y Bala perdida, 2008, que a mí no me sorprendieron demasiado: he de darles otra oportunidad–, Carlos Ann haya vuelto a las andadas. Y ha tenido muy buen ojo al fijarse en esa “Mujer pez” que es Mariona Aupí (la voz del dúo de pop Fang, a quienes desconocía), pues, aparte de ser muy atractiva, canta de manera diferente (cuida tanto el sentimiento como la técnica, borda la tonalidad baja, ¡qué atemporal!) a sus contemporáneas españolas.

La idea de Santa N (así se llama el primer disco conjunto de los dos artistas, editado recientemente por Títere Records y compuesto musicalmente casi en su totalidad por Ann) es muy atractiva: fundir la limpísima canción francesa con la fanfarria, la fantasía con la realidad, la guitarra flamenca con la eléctrica, y fundar un universo propio (“Gracias a todos lo que vivís en un mundo poético”, reza la dedicatoria final del libreto, muy cuidado, de Santa N), que debe ser la máxima final de cualquier artista (sí, la del músico también) que se precie.

Y cuando las dos voces se funden (como en la positiva “No me quejo” o en “Todo para mí”, en donde la interpretación de Mariona, tan gamberra y sensual, recuerda un poco a la de Carlos), hay bastante dinamismo. Pero, tras la escucha de un par o tres de canciones, adivinas qué va a acontecer (y no por deformación profesional: los estribillos son muy parecidos musicalmente, y la voz de Ann –parca en matices pero efectiva– opta siempre por el mismo registro) a lo largo del disco. De dos artistas lúcidos, atemporales y complementarios hay que esperar más. Mucho más.

Tras una serie de conciertos de adelanto, Mariona Aupí y Carlos Ann presentarán próximamente Santa N en Barcelona (7 de mayo) y en la capital española (4 de junio).

Por HÉCTOR ACEBO (La Huella Digital, 14/04/2009)







4 comentarios:

Esther dijo...

Héctor, te adoro,pero por favor ¿puedes decirle a quien edita la revista que “tí” es una aberración visual?

Héctor Acebo dijo...

Ya le he comentado al director de La Huella, Esther, el error que habrá cometido involuntariamente en la portada de la revista. Todos -como humanos que somos- cometemos errores, lo importante es que los corrijamos a tiempo. Gracias por la observación... y por el piropo, claro (así da gusto). No dejes de leerme, de leernos. Salud y poesía.

nina dijo...

Pues aunque a nadie le interese mi opinión me río de santa N, menuda farsa y falta de consideración por las personas con quiénes hizo ese disco y algunos otros... carlos ann es un fantasma con un as en la manga, nada más que eso y mariona aupí a la caza, quién será el próximo? ¿Poetas?? carlos ann no es ningún poeta, de eso estoy más que segura... igual que lo estoy también cuando digo que todo es una farsa... en fin... el tiempo supongo acaba dejando a cada uno en su lugar, un poeta se caracteriza por la búsqueda de la verdad y por la honestidad, cualidades que el sr. Carlos Cebrián Pedrola jamás tendrá impresas en su alma de carbón

Marco dijo...

Bien, me parece que forjas muy buenas observaciones sobre este disco, a mi también me resulta fantástica la combinación que hacen ambos artistas; y sobre qué opinión guardo de las canciones, no se diga, en especial me encanta “Mujer Pez” (la letra, la melodía, el mar, la salada y baja interpretación…..). Por otro lado, me parece que domino bien los trabajos que ha realizado Ann, en el caso de Mariona me sucede igual que a ti. Por lo que hay que reconocer que se observa una evolución significativa y natural del trabajo que hace el músico que los dos conocemos bien; aunque, desde luego, no sé si a ti te lo parezca pero la canción de L`amour se ve amplificada en este trabajo. Precisamente, hay algunas asuntos de tu opinión que en verdad no había tomado yo cuenta, por ejemplo, la combinación (o poligamia) estilística de melodías atemporales y mediterráneas que aparece mezclada en el disco, o el hecho de que en un determinado momento las vo!
ces de ambos cantores se confunden. Sin embargo, y no es por alardear que soy mexicano, no se si hayas tomado en cuenta que también es perceptible que hay bastante influencia de la música ranchera mexicana en éste y otros discos de él, en especial, como la estila Chavela Vargas. En fin….que más te puedo decir, estoy ansioso por acudir a los próximos conciertos que harán por acá estos señores, además esperando que con la farsa ( que han construido los malditos medios mexicanos sobre la Influenza) no se cancelen las presentaciones. Por cierto, y antes de que se me olvide, algunas de sus presentaciones serán gratuitas, por lo que es otro asunto que también hay que aplaudirle a estos señores. Saludos amigo.